Protege la salud cardiovascular
El consumo moderado de cerveza tiene efectos antiinflamatorios, aumentando significativamente los niveles de colesterol “bueno” y ayudando a combatir ciertas enfermedades cardíacas. Así que, un buen vaso de cerveza al día hace bien al
corazón.
Mejora la fortaleza de los huesos
Diversas investigaciones afirman que beber cerveza (entre otras bebidas de bajo contenido alcohólico) está relacionado con efectos positivos en la salud ósea. Esto se debe a que cuenta con silicio, un mineral que
ayuda a mejorar la densidad de los huesos y evita la pérdida de masa ósea. Además, ofrece fitoestrógenos naturales, asociados a la prevención de la osteoporosis y para aliviar los síntomas de la
menopausia.
Protege de las enfermedades neurodegenerativas
Los estudios científicos han revelado que aquellas personas que beben cerveza con moderación tienen menos posibilidad de padecer enfermedades como Alzheimer. Una vez más, el responsable de ello es el silicio, que tiene la capacidad para
reducir los metales tóxicos que se acumulan en el organismo y causan patologías degenerativas. A su vez, mejora la memoria y la concentración.
Inhibe la aparición del cáncer
Entre los componentes principales de la cerveza podemos encontrar el xanthohumol, un polifenol presente en el lúpulo. Es un antioxidante con compuestos que
inhiben y previenen la aparición de las células cancerosas, como si fuera una especie de quimiopreventiva en ciertos tipos de
cáncer.
Refuerza el sistema inmune
La cerveza tiene la capacidad de mejorar el
sistema inmune de las personas, evitando que éstas se contagien de enfermedades infecciosas, tales como el resfrío o el herpes. O al menos, en algunos casos, evita que los síntomas sean tan graves o duraderos. Un remedio casero antiguo de la zona de Alemania es
beber cerveza caliente cuando se tiene un resfriado, porque descongestiona la nariz y mejora la circulación sanguínea.
Tiene propiedades antiinflamatorias
La diferencia de la cerveza con otras bebidas alcohólicas es que ésta posee lúpulo como ingrediente principal. Este compuesto tiene propiedades antiinflamatorias y también antibacterianas, por lo cuál,
ayuda a prevenir las enfermedades que se relacionan al envejecimiento.
Mejora la salud estomacal
Si sufres de problemas gástricos, la
cerveza puede ser el mejor remedio natural. Consumiendo de manera moderada esta bebida (lo mismo que el vino o la sidra), aumenta la cantidad de ácidos gástricos y esto sirve para acelerar el vaciado del estómago,
reduciendo el riesgo de padecer una infección provocada por la bacteria Helicobacter Pylori, causante de la úlcera gastroduodenal.
Evita el estreñimiento
La ingesta de fibras, está comprobado, ayuda a eliminar el estreñimiento y a la vez, permite disminuir el
colesterol malo. En el caso de la cerveza, que está hecha de cebada, cubre la mayoría de los requerimientos diarios de fibra soluble, siendo la mejor bebida (luego del agua) para nutrirnos.
Es un potente diurético
Cuando empiezas a beber cerveza, enseguida tienes ganas de ir al baño a orinar. Esto se debe a que contiene más del 90% de agua, es baja en sodio (elimina la retención de líquidos y evita los
problemas renales) y tiene una gran cantidad de potasio.
Reduce el riesgo de padecer cataratas
La cerveza es buena para la salud ocular en todo sentido, pero sobre todo, en personas con antecedentes familiares de cataratas. Beber un vaso de esta bebida al día es buena para los
diabéticos, por ejemplo, porque les permite mantener en buenas condiciones su vista y no padecer glaucoma (presión ocular). Para ello es mejor consumir cerveza negra que rubia.
Previene la anemia
Sobre todo en la etapa de la menopausia, donde las
mujeres tienen deficiencia de nutrientes. Los flavonoides de la cerveza son potentes antioxidantes que aumentan la actividad celular y a la vez,
mejora los niveles de hierro.
Aporta mucha energía
Al tener una gran cantidad de vitamina B, nos da la sensación de tener más capacidad para trabajar, estudiar o hacer lo que deseamos. Siempre que se beba un sólo vaso, claro está. Este nutriente permite fortalecer el sistema nervioso y regenera las células.
Mejora la piel
La noticia extraña es que en la ciudad de Nueva York se ha montado un “SPA de Cerveza”, donde se pueden aprovechar todas las bondades de esta bebida. Los clientes se sumergen en una tina de cerveza negra y hay otros sitios como Alemania, Austria o República Checa donde también ha llegado esta moda, pero en forma de mascarillas faciales.
El éxito de esta técnica son las vitaminas de la bebida, que mejoran la salud de los pigmentos de la dermis, obteniendo una
piel más flexible, joven y lisa.
Deja el cabello perfecto
Una de las estrellas del cine que afirma utilizar cerveza para su
pelo es Catherine Zeta Jones. Ella indicó en más de una entrevista que este tratamiento natural le aporta suavidad y brillo, pero lo malo es el olor que luego desprende (se puede tapar con perfume).
Todo esto se debe a las vitaminas B y a las proteínas.
Relaja los pies
Cuando llegas cansado del trabajo no hay nada mejor que colocar los pies en un recipiente con agua y alguna sal mineral. Si en lugar de agua echas cerveza fría en el cubo, las burbujas le darán un efecto relajante. Los problemas de este tratamiento son dos: el primero que los pies quedarán pegajosos y el segundo que esa cerveza ya no sirve para beber.