Nr. 1. Calcium fluoratum. Devuelve la tonicidad a la piel. Refuerza las articulaciones, huesos y esmalte dental.
El Calcium fluoratum o fluoruro de calcio ayuda a la formación de los huesos, ligamentos, tendones, uñas y dientes, reforzándolos y haciéndolos más resistentes.
Esta sal puede ablandar tejidos (cicatrices) o bien endurecerlos (varices) dependiendo de la carencia que tengamos en nuestro organismo. Es la encargada de regular el grado de elasticidad de los tejidos hasta que alcanzan niveles normales.
Nr. 2. Calcium phosphoricum. Favorece el crecimiento. Es la sal de los huesos. Revitalizante.
El Calcium phosphoricum o fosfato cálcico favorece el crecimiento óseo y acelera la curación de fracturas. Ayuda también a la formación de los dientes y hace más fácil el intercambio de nutrientes entre las células.
Esta sal participa también en la coagulación de la sangre por lo que puede ayudar a contener la pérdida de sangre excesiva (hemorragias nasales). Es importante para el movimiento muscular y producción de nuevas células. En general, fortalece el cuerpo y los nervios.
Nr. 3. Ferrum phosphoricum. Fortalece el sistema inmunológico. Lucha contra las infecciones.
El Ferrum phosphoricum o fosfato de hierro juega un papel fundamental en la fabricación de energía en las células y es fundamental para que las moléculas de oxígenos se unan a los glóbulos rojos.
Esta sal influye en la tensión de los vasos sanguíneos, así regula la circulación sanguínea. Además, permite que el cuerpo absorba mejor el hierro procedente de los alimentos y lo transporta hasta la zona que el cuerpo necesite.
Nr. 4. Kalium chloratum. Regula el metabolismo de las membranas mucosas.
El Kalium chloratum o cloruro potásico, junto con la sal cloruro sódico, elimina el agua del organismo regulando los líquidos corporales, y se encarga del buen funcionamiento de los músculos y nervios. Además influye en el metabolismo del azúcar y las proteínas, el control del latido del corazón y actividad intestinal y estomacal.
Esta sal es muy útil para curar inflamaciones e infecciones de la piel (Eczemas, herpes, etc.) y en quemaduras de primer y segundo grado. Además sirve como remedio secundario al de Ferrum phosphoricum en el tratamiento de resfriados, heridas e inflamaciones.
Nr. 5. Kalium phosphoricum. La sal de los nervios. Ayuda a tratar el agotamiento mental, emocional y físico.
El Kalium phosphoricum o fosfato de potasio es necesario para que tanto nervios como músculos funcionen correctamente. Evita también la deterioración del tejido celular. Se considera una Sal nutriente para el tejido muscular y nervioso.
Regulando el contenido en potasio, estabilizamos los nervios, la mente, las emociones y el cuerpo. Esta sal es importante para tratar el agotamiento mental, emocional y físico (estrés) o insomnio causado por nervios. También la falta de energía, el desánimo, calambres, alopecia localizada e hiperactividad en niños.
Nr. 6. Kalium sulfuricum. La sal anti-toxinas. Repara daños en la piel y uñas.
El Kalium sulfuricum o sulfato potásico es muy importante para eliminar las toxinas del organismo, junto con el Ferrum phosphoricum ayuda a transportar el oxígeno de los pulmones a las células.
Esta sal se encuentra en piel, huesos, músculos y uñas. Estimula la formación de las células cutáneas del cabello y las uñas, esencial para la curación de heridas y erupciones. La sal contra los resfriados e inflamaciones.
Nr. 7. Magnesium phosphoricum. La sal del dolor. Elimina rápidamente calambres y espasmos musculares.
El Magnesium phosphoricum o fosfato de magnesio participa en la formación de huesos, músculos y nervios, tienen la capacidad de disminuir los impulsos nerviosos que conducen a los músculos.
Esta sal es el remedio bioquímico que alivia los calambres y dolores, puesto que disminuye la actividad en los nervios y músculos, tal y cómo hacen las sales naturales de nuestro organismo. La falta de magnesio agrava los calambres y cólicos. El fósforo es esencial en la producción de energía celular.
Nr. 8. Natrium chloratum. Reguladora del metabolismo hídrico.
El Natrium chloratum o cloruro sódico está elaborado a partir de la sal común y regula los niveles de agua del cuerpo.
Esta sal es muy eficaz en los problemas que se manifiestan tanto por exceso de líquidos como los edemas o personas que sudan o lagrimean mucho, como por falta de hidratación como la sequedad en la piel. Esta sal regula los niveles de hidratación del cuerpo.
Nr. 9. Natrium phosphoricum. La sal del metabolismo.
El Natrium phosphoricum o fosfato sódico es la sal bioquímica que regula el metabolismo. Tiene un efecto purgante (laxante) y controla el exceso de acidez del cuerpo. Es importante cuando existe tendencia a aumentar de peso.
Esta sal ayuda a normalizar el metabolismo y los iones que pueden causar ácido úrico y gota. También regula el equilibrio ácido-base, actuando es exceso de acidez como digestiones pesadas o acidez estomacal, exceso de ácido úrico (reuma, gota) o ácido láctico (esfuerzos musculares).
Nr. 10. Natrium sulfuricum. La sal de la excreción y la eliminación.
El Natrium sulfuricum o sulfato sódico expulsa líquidos excedentes del cuerpo. Reduce la cantidad de agua que absorbe el intestino grueso, actuando como un purificador o podríamos decir un desintoxicador indirecto. Por ello, esta sal se convierte en el medio excretor más importante de la bioquímica.
Esta sal ayuda en todas las alteraciones de secreción en los órganos digestivos, entre los cuales se encuentran el páncreas, vesícula biliar e intestinos.
Nr. 11. Silicea. La sal de la belleza.
La Silicea o dióxido de silicio es el cosmético bioquímico por excelencia, estabiliza la piel, el cabello, las uñas, pies y manos y tejido conjuntivo. Contribuye en su elasticidad y firmeza.
Esta sal favorece el aprovechamiento de calcio en los huesos, por lo que junto con las sales nº1, nº2 y nº7 ayuda a prevenir la osteoporosis.
Nr. 12. Calcium sulfuricum. La sal regenerativa.
El Calcium sulfuricum o sulfato de calcio está presente de forma natural en los cartílagos y forma parte de los aminoácidos.
Esta sal estimula a las células encargadas de emitir hormonas y enzimas. Influye sobre la formación de tejido conjuntivo, tiene efecto antiinflamatorio sobre la piel y refuerza el crecimiento de células nuevas.
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Nr. 1. Calcium fluoratum. Devuelve la tonicidad a la piel. Refuerza las articulaciones, huesos y esmalte dental.
El Calcium fluoratum o fluoruro de calcio ayuda a la formación de los huesos, ligamentos, tendones, uñas y dientes, reforzándolos y haciéndolos más resistentes.
Esta sal puede ablandar tejidos (cicatrices) o bien endurecerlos (varices) dependiendo de la carencia que tengamos en nuestro organismo. Es la encargada de regular el grado de elasticidad de los tejidos hasta que alcanzan niveles normales.
Nr. 2. Calcium phosphoricum. Favorece el crecimiento. Es la sal de los huesos. Revitalizante.
El Calcium phosphoricum o fosfato cálcico favorece el crecimiento óseo y acelera la curación de fracturas. Ayuda también a la formación de los dientes y hace más fácil el intercambio de nutrientes entre las células.
Esta sal participa también en la coagulación de la sangre por lo que puede ayudar a contener la pérdida de sangre excesiva (hemorragias nasales). Es importante para el movimiento muscular y producción de nuevas células. En general, fortalece el cuerpo y los nervios.
Nr. 3. Ferrum phosphoricum. Fortalece el sistema inmunológico. Lucha contra las infecciones.
El Ferrum phosphoricum o fosfato de hierro juega un papel fundamental en la fabricación de energía en las células y es fundamental para que las moléculas de oxígenos se unan a los glóbulos rojos.
Esta sal influye en la tensión de los vasos sanguíneos, así regula la circulación sanguínea. Además, permite que el cuerpo absorba mejor el hierro procedente de los alimentos y lo transporta hasta la zona que el cuerpo necesite.
Nr. 4. Kalium chloratum. Regula el metabolismo de las membranas mucosas.
El Kalium chloratum o cloruro potásico, junto con la sal cloruro sódico, elimina el agua del organismo regulando los líquidos corporales, y se encarga del buen funcionamiento de los músculos y nervios. Además influye en el metabolismo del azúcar y las proteínas, el control del latido del corazón y actividad intestinal y estomacal.
Esta sal es muy útil para curar inflamaciones e infecciones de la piel (Eczemas, herpes, etc.) y en quemaduras de primer y segundo grado. Además sirve como remedio secundario al de Ferrum phosphoricum en el tratamiento de resfriados, heridas e inflamaciones.
Nr. 5. Kalium phosphoricum. La sal de los nervios. Ayuda a tratar el agotamiento mental, emocional y físico.
El Kalium phosphoricum o fosfato de potasio es necesario para que tanto nervios como músculos funcionen correctamente. Evita también la deterioración del tejido celular. Se considera una Sal nutriente para el tejido muscular y nervioso.
Regulando el contenido en potasio, estabilizamos los nervios, la mente, las emociones y el cuerpo. Esta sal es importante para tratar el agotamiento mental, emocional y físico (estrés) o insomnio causado por nervios. También la falta de energía, el desánimo, calambres, alopecia localizada e hiperactividad en niños.
Nr. 6. Kalium sulfuricum. La sal anti-toxinas. Repara daños en la piel y uñas.
El Kalium sulfuricum o sulfato potásico es muy importante para eliminar las toxinas del organismo, junto con el Ferrum phosphoricum ayuda a transportar el oxígeno de los pulmones a las células.
Esta sal se encuentra en piel, huesos, músculos y uñas. Estimula la formación de las células cutáneas del cabello y las uñas, esencial para la curación de heridas y erupciones. La sal contra los resfriados e inflamaciones.
Nr. 7. Magnesium phosphoricum. La sal del dolor. Elimina rápidamente calambres y espasmos musculares.
El Magnesium phosphoricum o fosfato de magnesio participa en la formación de huesos, músculos y nervios, tienen la capacidad de disminuir los impulsos nerviosos que conducen a los músculos.
Esta sal es el remedio bioquímico que alivia los calambres y dolores, puesto que disminuye la actividad en los nervios y músculos, tal y cómo hacen las sales naturales de nuestro organismo. La falta de magnesio agrava los calambres y cólicos. El fósforo es esencial en la producción de energía celular.
Nr. 8. Natrium chloratum. Reguladora del metabolismo hídrico.
El Natrium chloratum o cloruro sódico está elaborado a partir de la sal común y regula los niveles de agua del cuerpo.
Esta sal es muy eficaz en los problemas que se manifiestan tanto por exceso de líquidos como los edemas o personas que sudan o lagrimean mucho, como por falta de hidratación como la sequedad en la piel. Esta sal regula los niveles de hidratación del cuerpo.
Nr. 9. Natrium phosphoricum. La sal del metabolismo.
El Natrium phosphoricum o fosfato sódico es la sal bioquímica que regula el metabolismo. Tiene un efecto purgante (laxante) y controla el exceso de acidez del cuerpo. Es importante cuando existe tendencia a aumentar de peso.
Esta sal ayuda a normalizar el metabolismo y los iones que pueden causar ácido úrico y gota. También regula el equilibrio ácido-base, actuando es exceso de acidez como digestiones pesadas o acidez estomacal, exceso de ácido úrico (reuma, gota) o ácido láctico (esfuerzos musculares).
Nr. 10. Natrium sulfuricum. La sal de la excreción y la eliminación.
El Natrium sulfuricum o sulfato sódico expulsa líquidos excedentes del cuerpo. Reduce la cantidad de agua que absorbe el intestino grueso, actuando como un purificador o podríamos decir un desintoxicador indirecto. Por ello, esta sal se convierte en el medio excretor más importante de la bioquímica.
Esta sal ayuda en todas las alteraciones de secreción en los órganos digestivos, entre los cuales se encuentran el páncreas, vesícula biliar e intestinos.
Nr. 11. Silicea. La sal de la belleza.
La Silicea o dióxido de silicio es el cosmético bioquímico por excelencia, estabiliza la piel, el cabello, las uñas, pies y manos y tejido conjuntivo. Contribuye en su elasticidad y firmeza.
Esta sal favorece el aprovechamiento de calcio en los huesos, por lo que junto con las sales nº1, nº2 y nº7 ayuda a prevenir la osteoporosis.
Nr. 12. Calcium sulfuricum. La sal regenerativa.
El Calcium sulfuricum o sulfato de calcio está presente de forma natural en los cartílagos y forma parte de los aminoácidos.
Esta sal estimula a las células encargadas de emitir hormonas y enzimas. Influye sobre la formación de tejido conjuntivo, tiene efecto antiinflamatorio sobre la piel y refuerza el crecimiento de células nuevas.
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